Un bosque centenario

“….Arriba por piedras, espinas y cenegal….”

En estas líneas del Diario de campaña, martí describe rigorosamente los elementos de la naturaleza, que se funden con perfecta armonía en el Bosque, y que nos permite corroborar la veracidad del sendero; una pequeña ciénaga.

 Ladea todo el trayecto en la parte izquierda donde crecen árboles centenarios: mangos, algarrobos y en la parte derecha, las piedras y los cactus. Elementos que le atribuyen un sello auténtico de los demás Bosques martianos existentes en el país, y es que realmente por este paraje transitó la expedición “Mano de Valientes”, después de su desembarco el 11 de abril de 1895 hasta llegar al bohío de los Leyva.

 Inaugurado oficialmente el 11 de abril de 1995, por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, en ocasión de celebrarse el Centenario del Desembarco de Martí, Gómez y 4 compatriotas por Playita de Cajobabo.

En la primera parte existe un bosque centenario donde plantan árboles los visitantes al lugar, en todo el sendero se atesoran 31 especies de plantas de las que Martí describe en su diario a su paso por Imías.

 La naturaleza que hermosea el lugar permite a visitantes y excursionistas suavizar la carga emocional que produce este encuentro con la historia viva, a mitad del trayecto un anfiteatro rústico natural invita al descanso bajo las frondosas ramas de exuberante verdor de un árbol de mango, lugar escogido para ofrecer merienda tradicional martiana que contiene comidas y bebidas degustada por Martí: masa de coco con miel de abeja, guarapo, té de tebenque, el sabroso café carretero y frutas de estación.

 Vinculado al bosque funciona el circulo de interés “Guardianes de la Naturaleza”, perteneciente a la Escuela Primaria Oscar Lucero, el que es atendido por especialistas del museo municipal, los que unidos realizan un arduo trabajo de protección y conservación de la flora y fauna del lugar, donde se realizan investigaciones relacionadas con plantas medicinales ofrecidas por campesinos a los expedicionarios citados por Martí en su diario de campaña, y que aún perduran en ese sitio.