Derroche de creatividad e iniciativas de instructores de arte y padres este domingo en el desfile martiano de Imías, a 165 años del nacimiento del más universal de los cubanos.
Pilar, con su aro y zapaticos de rosas.
El pequeño enano
representando a José Martí, un referente que se perpetúa en cada generación de
pioneros de Imías.
Soy una princesita, comentó esta pequeña, quien llevaba en sus manitas una muñeca negra, célebre cuento de
enseñanzas y portador de virtudes y valores para los que saben querer, un
símbolo también de la virtud de aquellos que regalaron este domingo al Héroe
Nacional todo tipo de iniciativas, como rosas blancas, poemas, consignas y
banderas cubanas.Un futuro cierto, garantizado, un sueño que es realidad hoy en miles de galenos que fueron pioneros y hoy brindan ayuda humanitaria en más de 50 países del mundo. El sueño del maestro en la realidad del cubano de estos tiempos, en el deseo resuelto de estos niños y niñas que aman al Martí maestro, poeta y gran pensador.
La réplica de la casita de la calle Paula donde nace nuestro José
Martí hace ya 165 años
Cargados de sueños y sonrisas, los “príncipes
enanos” y los que se sumaron al desfile demostraron cuánto hay en cada cubano
de patriotismo, hermandad y fe en el porvenir, el mayor tributo que le puede
hacer Imías, municipio en Guantánamo, este 28 de enero, al Héroe de Dos Ríos.
Y Fidel los acompañó en todo el desfile, con su sonrisa de satisfacción
por la obra bella de la Revolución victoriosa
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